Bosques de Pino-Encino de la Sierra de La Laguna

Esta ecorregión montañosa, el bosque de pino y roble de la Sierra de la Laguna, se eleva desde la árida Baja California Sur, creando islas de vegetación y comunidades únicas. Hay alrededor de 694 especies de plantas, aproximadamente 85 de las cuales son endémicas de esta ecorregión. Gran parte del bosque de pino y roble permanece intacto debido a la inaccesibilidad del terreno accidentado; sin embargo, se produce pastoreo excesivo en algunas áreas y se eliminan depredadores para proteger al ganado.

Ubicación geográfica de los Bosques de Pino-Encino de la Sierra de La Laguna. Autor y crédito: Cephas – North America second level political division 2.svg – Wikipedia. Creative Commons 3.0.
Bosque de pino en Sierra de La Laguna, Baja California Sur; México. Autor y crédito: German Ortiz Landa 7 – Wikipedia. Creative Commons 4.0.
Bosque de encino-pino, Sierra de la Laguna, Baja California Sur; México. Autor y crédito: German Ortiz Landa 7 – Wikipedia. Creative Commons 4.0.

Esta ecorregión se encuentra en una área más grande conocida como la Región de Cabo y constituye la parte más meridional de la península de Baja California. El área se considera una isla de vegetación debido a su origen como una área de tierra aislada, hace diez millones de años (durante el Mioceno), que luego se unió a la península más desértica. Un vasto complejo de montañas graníticas, que se extiende hacia el sur desde el Golfo de California hasta el Pacífico, da forma a la región. Estas montañas están intersectadas por valles y cañones, y rodeadas por vastas mesetas.

Selva tropical caducifolia, Sierra de la Laguna, Baja California Sur; México. Autor y crédito: German Ortiz Landa 7 – Wikipedia. Creative Commons 4.0.
Bosque denso ripario en la Sierra de La Laguna; México. Autor y crédito: German Ortiz Landa 7 – Wikipedia. Creative Commons 4.0.
El Triunfo, Baja California Sur; México. Autor y crédito: Amante Darmanin – Wikipedia. Creative Commons 2.0

Bosques de pino y de pino-encino

Los bosques de pino, así como los de pino y encino, se encuentran por encima de 1,600 metros de altitud. Los bosques de pino en las elevaciones más altas están dominados por piñón de Baja California (Pinus lagunae), y arbustos como Muhlenbergia esp. y Festuca esp. Los bosques de pino y roble, dominados por asociaciones de Pinus lagunae con encino negro (Quercus devia), madroño (Arbutus xalapensis), encino roble (Quercus tuberculata) y sotol (Nolina beldingii beldingii), así como una variedad de árboles más bajos como zapotillo (Calliandra peninsularis), cenicillo amarillo (Crocanthemum glomeratum), tacotillo (Helianthus similis), chicura de la sierra (Lepechinia hastata), Leptosiphon nuttallii, Mitracarpus hirtus, manzanilla amarilla (Perezia pinetorum), hierba del venado (Porophyllum ochroleucum), tacote ceroso (Rumfordia connata) y tacote chino (Verbesina postulata) y Mimosa tricephala var. xanti, así como arbustos, complementan el paisaje.

Piñón de Baja California (Pinus lagunae).
Encino Negro (Quercus devia). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Madroño (Arbutus xalapensis). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.
Encino Roble (Quercus tuberculata). Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Zapotillo (Calliandra peninsularis). Autor y crédito: alepancha – Naturalista.

Loss bosques de pino y roble de la Sierra de la Laguna son una ecorregión de bosque subtropical de coníferas que se encuentra en la cadena montañosa de la Sierra de la Laguna, en la punta sur de la península de Baja California, México. Se ubica dentro de los municipios de Los Cabos y La Paz en el estado de Baja California Sur. La ecorregión abarca un área de 1,100 km². Los bosques de pino y roble se encuentran por encima de los 800 metros de elevación y están rodeados a altitudes más bajas por los bosques secos de la Sierra de la Laguna. Los bosques de pino y roble tienen una flora y fauna única y diversa, que incluye 694 especies de plantas, de las cuales aproximadamente 85 son endémicas.

Sotol (Nolina beldingii beldingii). Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Cenicillo Amarillo (Crocanthemum glomeratum). Autor y crédito: R.E.Llanos – Naturalista.
Chicura de la sierra (Lepechinia hastata). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Hierba de Venado (Porophyllum gracile). Autor y crédito: Erik – Naturalista.
Mimosa tricephala var. xanti. Autor y crédito: Josue Ovilla Moreno – Naturalista.

Otras especies perennes son: tabardillo (Calliandra peninsularis), cenicillo amarillo (Crocanthemum glomeratum), tacotillo (Helianthus similis), chicura de la sierra (Lepechinia hastata), Leptosiphon nuttallii, Mitracarpus schizangius, manzanilla amarilla (Perezia pinetorum), hierba del venado (Porophyllum gracile), tacote ceroso (Rumfordia connata) y hierba de la bruja (Verbesina encelioides).

tacotillo (Bahiopsis similis). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Leptosiphon nuttallii. Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Rumfordia connata. Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Mitracarpus hirtus. Autor y crédito: naomibadaraco14 – Naturalista.
Hierba de la Bruja (Verbesina encelioides). Autor y crédito: Tom Chester – Naturalista.

Bosques de encino-pino

Por encima de los 1,200 metros de altitud, los bosques de encino hacen la transición a bosques de encino-pino. El único pino presente es una subespecie endémica de piñón de Baja California (Pinus lagunae), mezclado con robles, incluyendo encino negro (Quercus devia) y encino roble (Quercus tuberculata), y otros árboles de hoja ancha, como madroño (Arbutus xalapensis) y sotol (Nolina beldingii). Árboles más bajos y arbustos del sotobosque incluyen zapotillo (Calliandra peninsularis), Mimosa tricephala var. xanti, Heterotoma aurita, Verbesina peninsularis e Hypericum peninsulare. Por encima de los 1,600 metros de altitud, predomina el pino, mezclado con robles y con un sotobosque de gramíneas (Muhlenbergia esp. y Festuca esp.).

Encino Negro (Quercus devia). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Piñón de Baja California (Pinus lagunae). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.
Encino Roble (Quercus tuberculata). Autor y crédito: Alfredo Martínez Armendares – Naturalista.
Madroño (Arbutus xalapensis). Autor y crédito: johngibson139 – Naturalista.
Sotol (Nolina beldingii). Autor y crédito: Steven Mlodinow – Naturalista.

Las montañas de Sierra de La Laguna en la parte más meridional de Baja California están cubiertas con una extraña mezcla de maderas duras tropicales, suculentas del desierto como el cardón, encinos, manzanitas, palmas y (por encima de los 1,200 metros) piñón de Baja California (Pinus lagunae). Se puede llegar a ellas ya sea haciendo una larga caminata, conduciendo por la pintoresca carretera de Naranjas desde la zona de Santa Anita o arriesgándose por una pista muy accidentada en un vehículo 4×4 desde San Antonio.

Zacate (Muhlenbergia microsperma). Autor y crédito: Ron Vanderhoff – Naturalista.
Zapotillo (Calliandra peninsularis). Autor y crédito: Nick Block – Naturalista.
Mimosa tricephala var. xanti. Autor y crédito: Oswaldo ZZ – Naturalista.
Verbesina peninsularis. Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Hypericum peninsulare. Autor y crédito: Osiel Flores – Naturalista.

Encinares

Los bosques de encino predominan entre 800 y 1,200 metros de altitud; los bosques de roble están más cerca del bosque subtropical y están habitados por especies como encino blanco (Quercus arizonica), prácticamente sin árboles de pino. Especies como encino roble (Quercus tuberculata) y roble (Quercus albocincta) caracterizan el estrato arbóreo, mientras que el guayabillo (Dodonea viscosa), Bumelia peninsularis, el guayabillo (Heteropogon contortus), y tepozán (Buddleja crotonoides). Rzedowski (1988) observó que no hay epífitas en esta región, dando paso a una extraordinaria abundancia de musgos y líquenes.

Encino blanco (Quercus arizonica). Autor y crédito: CK Kelly – Naturalista.
Encino roble (Quercus tuberculata). Autor y crédito: Joey Santore – Naturalista.
Roble (Quercus albocincta). Autor y crédito: Alejandro Sigala Chávez – Naturalista.
Madroño (Arbutus xalapensis). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Chapulixtle (Dodonaea viscosa). Autor y crédito: Viajes_Biología – Naturalista.
Tepozán (Buddleja crotonoides). Autor y crédito: Jose Luis Leon de la Luz – Naturalista.

Los bosques de roble entre 800 y 1,200 metros de altitud son más cálidos y secos, con robles perennes predominantes, principalmente encino negro (Quercus devia), encino blanco (Quercus arizonica) y encino quiebrahachas (Quercus rugosa) tienen una distribución limitada, junto con árboles y arbustos más bajos como chapulixtle (Dodonaea viscosa), bebelama (Sideroxylon peninsulare) y tepozán (Buddleja crotonoides). En menor medida también se encuentra hierba mansa (Anemopsis californica), madroño (Arbutus xalapensis), Cassia emarginata, Cyperus sp., colorín norteño (Erythrina flabelliformis), Euphorbia esp., mauto (Lysiloma divaricatum), guamúchil (Pithecellobium dulce), cacaloxóchitl (Plumeria acutifolia), carrizo (Phragmites communis), tule (Typha domingensis), mezquite de Baja California (Neltuma articulata) y palma blanca (Washingtonia robusta).

Colorín Norteño (Erythrina flabelliformis). Autor y crédito: jrebman – Naturalista.
Bumelia peninsularis. Autor y crédito: Víctor Manuel Anguiano Huerta – naturalista.
Bebelama (Sideroxylon peninsulare). Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Torote rojo (Bursera microphylla). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Zalate (Ficus palmeri). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.
Palo verde (Parkinsonia microphylla). Autor y crédito: Chloe Novak – Naturalista.

Entre las otras especies que ahí se encuentran destacan: Torote rojo (Bursera microphylla), bebelama o zapotillo (Bumelia peninsularis), papache (Randia megacarpa) y chilicote (Erythrina flabelliformis), zalate (Ficus palmeri), palo verde (Cercidium microphyllum) y palo blanco (Lysiloma candida).

Palo blanco (Lysiloma candidum). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.
Mezquite de Baja California (Neltuma articulata). Autor y crédito: Enrique Flores García – Naturalista.
Palma blanca (Washingtonia robusta). Autor y crédito: Cristian A. D. Meling L. – Naturalista.
Mauto (Lysiloma divaricatum). Autor y crédito: Alexis López Hernández – Naturalista.
Guamúchil (Pithecellobium dulce). Autor y crédito: J. Fernando Pío León – Naturalista.
Cacaloxochitl (Plumeria rubra var. acutifolia). Autor y crédito: Víctor Manuel Anguiano Huerta – Naturalista.

El estrato arbustivo fisonómicamente se compone también de: chuchupate
(Arracacia brandegeei), celosa (Mimosa tricephala var. xanti), Tephrosia cana, bernardia (Bernardia lagunensis), procedentes del bosque de pino-encino. Mientras que de la selva baja se integran: Caribe o mala mujer (Cnidoscolus angustidens), rama blanca (Croton boregensis), montes (Indigofera fruticosa), canutillo (Russelia retrorsa), hierba del cáncer (Acalypha comonduana), lengua de buey (Buddleja crotonoides), y lomboy
colorado (Jatropha vernicosa), entre otras.

Arracacia brandegeei. Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Mimosa tricephala var. xanti. Autor y crédito: alepancha – Naturalista.
Tephrosia cana. Autor y crédito: Chris DeLong – Naturalista.
Bernardia lagunensis. Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Mala Mujer (Cnidoscolus angustidens). Autor y crédito: Colin Barrows – Naturalista.
Hormiguillo (Croton magdalenae). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.

Vegetación de fondos de cañadas

Las comunidades vegetales de fondo de cañada presentan condiciones microambientales que dan refugio a especies que sólo se desarrollan bajo esas condiciones ambientales. Es un hábitat donde corre el agua permanente o intermitentemente. En estos sitios se encuentran algunas especies endémicas o bien vicariantes con otros sistemas montañosos de México y los Estados Unidos; entre las primeras se encuentran dos especies palo extraño (Ilex brandegeana) y manzanita (Ilex californica), y entre las otras el encino blanco (Quercus reticulata), el cerezo (Prunus serotina virens), la fresa (Fragaria mexicana californica), la zarzamora (Rubus scolocaulon), el toyón (Heteromeles arbutifolia) y el roble blanco (Quercus arizonica).

Encino quiebrahacha (Quercus rugosa). Autor y crédito: Nick Moore – Naturalista.
Toyón (Heteromeles arbutifolia). Autor y crédito: Erik – Naturalista.
Encino blanco (Quercus arizonica). Autor y crédito: Carlos Gonzalez – Naturalista.
Limoncillo (Ilex discolor var. tolucana). Autor y crédito: R.E.Llanos – Naturalista.
Capulín de desierto (Prunus serotina var. virens). Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Frutilla (Ilex brandegeeana). Autor y crédito: Neptalí Ramírez Marcial – Naturalista.

Algunas especies características de estos ambientes son: Dalea trochilina, rama prieta (Garrya salicifolia), Phyllanthus acuminatus, lentisco (Rhus laurina), ciruelillo (Ribes brandegeei), aguacatillo (Styrax argenteus), orquídea (Arethusa rosea), Desmodium procumbens exiguum, zacate de agua (Eragrostis orcuttiana), Galium uncinulatum, jubaibena (Lobelia laxiflora angustifolia), agritos (Oxalis nudiflora), hierba del golpe (Thelypteris puberula sonorensis) y maicero (Tripsacum lanceolatum).

Rama Prieta (Garrya salicifolia). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Phyllanthus acuminatus. Autor y crédito: Abraham Sánchez Romero – Naturalista.
Lentisco (Malosma laurina). Autor y crédito: Davidpc – Naturalista.
Ribes brandegeei. Autor y crédito: Joey Santore – Naturalista.
Capulín (Styrax argenteus). Autor y crédito: Alexis López Hernández – Naturalista.
Pelazoneuron puberulum var. sonorense. Autor y crédito: jrebman – Naturalista.

Selva tropical caducifolia

Comprende también subflora de la costa central del Golfo como el copal colorado (Bursera hindsiana), torote (B. microphylla), flor de rocío (Encelia farinosa), liga (Euphorbia misera), palo Adán (Fouquieria diguetii), ocotillo (F. splendens), sangregado (Jatropha cinerea), gobernadora (Larrea tridentata), choya pelona (Cylindropuntia cholla), cardenche de Baja California (C. molesta clavellina), cardón (Pachycereus pringlei), candelilla (Euphorbia lomelii). En Todos Santos, las plantas importantes son: Batamote (Baccharis salicifolia), torote (Bursera microphylla), sangregado (Jatropha cinerea), palma blanca (Washingtonia robusta).

Mauto (Lysiloma divaricatum). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.
Copal colorado (Bursera hindsiana). Autor y crédito: Alma Delia Giles Guzmán – Naturalista.
Palo de escopeta (Albizia occidentalis). Autor y crédito: nueces_verdes – Naturalista.
Cardón (Pachycereus pringlei). Autor y crédito: wvanhornv – Naturalista.
Colorín norteño (Erythrina flabelliformis). Autor y crédito: Alan Santiago Cruz Cruz – Naturalista.
Guamúchil (Pithecellobium dulce). Autor y crédito: ale_del_rio – Naturalista.

A pesar de que las formas de crecimiento arbustivas son las más abundantes para esta selva, son las especies arbóreas las que presentan una mayor cobertura e índice de valor de importancia; Breceda (1994), menciona que entre las especies que caracterizan a esta comunidad por tener el mayor índice están: Mauto (Lysiloma divaricata), sangregado (Jatropha cinerea) palo escopeta (Albizzia occidentalis) y palo blanco (Lysiloma candida).

Palo blanco (Lysiloma candidum). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Torote (Bursera microphylla). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Cacaloxochitl (Plumeria rubra var. acutifolia). Autor y crédito: Kerry Steedley, – Naturalista.
Cardón hecho (Pachycereus pecten-aboriginum). Autor y crédito: Joseph Scheer – Naturalista.
Sangregado (Jatropha cinerea). Autor y crédito: E. A. Mayer – Naturalista.
Palma blanca (Washingtonia robusta). Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.

Algunas especies que caracterizan a la selva baja caducifolia, particularmente dentro de los cañones y laderas de la serranía son: cardón barbón (Pachycereus pectenaboriginum), cajalosucho (Plumeria acutifolia) chilicote (Erythrina flabelliformis), caribe o mala mujer (Cnidoscolus angustidens) palo zorrillo (Senna atomaria) palo chino (Pithecellobium mexicanum) datilillo (Yucca valida), y sobre todo el mauto (Lysiloma divaricata) que domina ampliamente esta comunidad vegetal en las laderas de los cañones.

Palo zorrillo (Senna atomaria). Autor y crédito: Milo Pyne – Naturalista.
Gobernadora (Larrea tridentata). Autor y crédito: Ana Gatica Colima – Naturalista.
Choya pelona (Cylindropuntia cholla). Autor y crédito: Erik – Naturalista.
Liga (Euphorbia misera). Autor y crédito: Juan Cruzado Cortés – Naturalista.
Palo Adán (Fouquieria diguetii). Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Mala mujer (Cnidoscolus angustidens). Autor y crédito: José Javier Barrios Flores – Naturalista.

La mayor altitud le confiere a la ecorregión un clima subtropical a templado, en contraste con el clima tropical seco de las tierras bajas. Las precipitaciones son mayores que en los bosques secos y desiertos de altitudes más bajas de la península, con un promedio de 760 mm anuales. La lluvia cae principalmente en verano, con lluvias ocasionales en invierno.

Datilillo (Yucca valida). Autor y crédito: Alejandro Sigala Chávez – Naturalista.
Flor de rocío (Encelia farinosa). Autor y crédito:  javierloidi – Naturalista.
Cardenche de Baja California (Cylindropuntia molesta clavellina). Autor y crédito: Valeria Huerta – Naturalista.
Candelilla (Euphorbia lomelii). Autor y crédito: javierloidi – Naturalista.
Ocotillo (Fouquieria splendens). Autor y crédito: Rocío Miranda Briones – Naturalista.

Matorral xerófilo

Puede describirse como propio de un ambiente cálido y seco, que resulta en una relativa baja cobertura vegetal y escasa talla de sus componentes leñosos. Este tipo de vegetación cubre más de la mitad del territorio nacional (Rzedowski, 1978), en la entidad es dominante, pero en la Reserva ocupa algunos espacios reducidos, representados por dos comunidades denominadas: matorral sarcocaule y matorral sarcocrasicaule.

Torote (Bursera microphylla). Autor y crédito: grayr – Naturalista
Pitayo dulce (Stenocereus thurberi). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Rama prieta (Ruellia californica subesp. peninsularis). Autor y crédito: Glenn Ehrenberg – Naturalista.
Euphorbia magdalenae. Autor y crédito: Jose Luis Leon de la Luz – Naturalista.

Matorral sarcocaule. Se encuentra pobremente representado en la Reserva. En el mapa de vegetación anexo a este documento puede observarse que un manchón de esta comunidad vegetal se presenta marginalmente en el oeste y suroeste, dentro del área de amortiguamiento.

Cardón (Pachycereus pringlei). Autor y crédito: Mariana Delgado-Fernández – Naturalista.
Matacora (Jatropha cuneata). Autor y crédito: Oscar Jimenez-Orocio – Naturalista.
Zapotillo (Calliandra peninsularis). Autor y crédito: Amelia Ryan – Naturalista.
Malva de los cerros (Melochia tomentosa). Autor y crédito: John Reiss – Naturalista.
Euphorbia eriantha. Autor y crédito: Jose Luis Leon de la Luz – Naturalista.

Típicamente, el matorral sarcocaule se presenta en superficies de escasa elevación sobre el nivel del mar, ocupando planicies aluviales y lomeríos bajos. Especies arbustivas representativas son: Lomboy blanco (Jatropha cinerea), matacora (J. cuneata), torote rojo (Bursera microphylla), cardón pelón (Pachycereus pringlei), pitaya agria (Machaerocereus gummosus), pitaya dulce (Lemairocereus thurberii), datilillo (Yucca valida), palo Brasil (Haematoxylon brassiletto), ciruelo (Cyrtocarpa edulis) y palo Adán (Fouquieria diguetii).

Palo Brasil (Haematoxylum brasiletto). Autor y crédito: Joaquin Alberto Corrales Osuna – Naturalista.
Pitaya de Baja California (Stenocereus gummosus). Autor y crédito: grayr – Naturalista.
Charrasquillo (Calliandra eriophylla). Autor y crédito: ransomplantsom – Naturalista.
Yuca (Distimake aureus). Autor y crédito: Efraín Octavio Aguilar Pérez – Naturalista.
Navajita (Bouteloua annua). Autor y crédito: Alejandro Duran – Naturalista.

Un estrato arbustivo bajo lo integran como especies dominantes: Chamizo (Ruellia peninsularis), tabardillo (Calliandra peninsularis), cabeza de ángel (C. eriophylla), tabardillo cenizo (Ctenodon niveus), orégano (Lippia palmeri palmeri), golondrinón (Euphorbia magdalenae) y malva rosa (Melochia tomentosa).

Datilillo (Yucca valida). Autor y crédito: Erik – Naturalista.
Ciruela (Cyrtocarpa edulis). Autor y crédito: grayr – Naturalista.
Ctenodon niveus. Autor y crédito: Kristy Brady – Naturalista.
San Miguelito (Antigonon leptopus). Autor y crédito: kenbehrens – Naturalista.
Pectis uniaristata. Autor y crédito: Alejandro Flores-Palacios – Naturalista.

Dentro de las trepadoras se encuentran la yuca (Merremia aurea), San Miguelito (Antigonon leptopus) y ortiguilla (Tragia amblyodontha). Dentro de las anuales es posible encontrar: Euphorbia eriantha, navajita (Bouteloua annua), Pectis uniaristata, Johnstonella grayi, manzanilla blanca (Perityle emoryi), Houstonia esp., Nama coulteri.

Sangre de Grado (Jatropha cinerea). Autor y crédito: E. A. Mayer – Naturalista.
Palo Adán (Fouquieria diguetii). Autor y crédito: jkfrey – Naturalista.
Orégano Mexicano (Lippia palmeri). Autor y crédito: jrebman – Naturalista.
Ortiga (Tragia amblyodonta). Autor y crédito: juanloredo – Naturalista.
Manzanilla Blanca (Perityle emoryi). Autor y crédito: Cristian A. D. Meling L. – Naturalista.

Bosque ripario

Bosque de galería o vegetación riparia. León de la Luz (1988), realiza una
caracterización de este tipo de comunidades vegetales y las ubica a lo largo de los cauces de los principales cañones y cañadas subsidiarias, desde aproximadamente los 900 m de altitud y hacia la desembocadura de éstos a través de los cauces de arroyos por donde fluye agua todo o la mayor parte del año. Esta comunidad vegetal está caracterizada por el güeribo (Populus brandegeei var. glabra) y palmares como la palma negra o palmilla (Erythea brandegeei) y la palma real o palma de hoja (Washingtonia robusta). Las palmas reales forman grandes bosques ribereños en el sur de Baja California y incluso crecen a lo largo de arroyos de montaña en el extremo sur. Un encino endémico, el encino bellotero (Quercus brandegeei) ocupa las zonas más bajas de esta agrupación, propiamente al nivel de la selva baja caducifolia. Las especies herbáceas están pobremente representadas, y proceden indistintamente de comunidades vegetales adjuntas. Este tipo de bosque, por sus características de distribución, no puede ser ubicado dentro de la Reserva debido a la escala del mapa de vegetación.

Álamo sonorense (Populus brandegeei). Autor y crédito: Víctor Manuel Anguiano Huerta – Naturalista.
Palma de taco (Brahea brandegeei). Autor y crédito: James Bailey – Naturalista.
Bellota de encino (Quercus brandegeei). Autor y crédito: Jim Riley – Naturalista.
Palma blanca (Washingtonia robusta). Autor y crédito: Augusto Olmos Mercado – Naturalista.

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