Selvas Secas Jaliscienses

Los bosques secos de Jalisco ocupan las tierras bajas costeras y las estribaciones de los estados de Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán. La ecorregión se encuentra principalmente cerca de la costa, desde San Blas en Nayarit hasta la desembocadura del río Balsas en Michoacán; sin embargo, los bosques secos siguen los valles de los ríos Armería y Tuxpan hacia el interior. El océano Pacífico se encuentra al oeste y al sur, e incluye las Islas Marías en la costa oeste de Nayarit. Los bosques de pino y roble de mayor altitud de la Sierra Madre del Sur y el cinturón volcánico transmexicano se encuentran tierra adentro. Al norte se encuentran los bosques secos de Sinaloa, y al sureste, al otro lado del río Balsas, se encuentran los bosques secos del Pacífico Sur.

Ubicación geográfica de las Selvas Secas Jaliscienses. Autor y crédito: Cephas – Wikipedia. Creative Commons 3.0.
Reerva de la Biósfera de Chamela-Cuixmala; Jalisco, México. Autor y crédito: Aedrake09 – Wikipedia. Creative Commons 3.0.
Rserva de la Biósfera «Sierra de San Juan»; Nayarit, México. Autor y crédito: Christian Frausto Bernal – Flickr.
Tolimán; Jalisco, México. Autor y crédito: https://mezonte.com/nosotros/santos-juarez-productor-mezonte/.
Reserva de la Biósfera «Sierra de Vallejo»; Nayarit, México. Autor y crédito: Universidad Autónoma de Nayarit – Wikipedia. Creative Commons 4.0.

El clima es tropical subhúmedo, con lluvias durante cuatro o cinco meses al año. Principalmente durante la temporada de lluvias, la ecorregión recibe de 730 a 1200 milímetros (mm) de lluvia cada año. También hay una estación seca distinta durante la cual la mayoría de los árboles pierden sus hojas. Los suelos son superficiales y se derivan de rocas metamórficas y volcánicas. Las coladas de lava históricas y las formaciones volcánicas son abundantes en Colima, más cerca del volcán.

Zapotillo Sideroxylon cartilagineum. Autor y crédito: Emmanuel Guevara Lazcano – Naturalista.
Brasil Calophyllum brasiliense. Autor y crédito: Gualberto Perez – Naturalista.
Aguardientillo Cordia alliodora. Autor y crédito: Rene Villanueva – Naturalista.
Casiguano Cenostigma eriostachys. Autor y crédito: yanethgc – Naturalista.

La vegetación principal en la ecorregión es el bosque tropical seco. Muchos árboles pierden sus hojas durante la temporada seca de invierno. Los bosques maduros tienen una estructura de múltiples capas, con una capa intermedia de árboles de 15-20 metros de altura y una capa superior de 20-30 metros de altura. Las capas se caracterizan por diferentes especies, con Astronium graveolens, Bernoullia flammea, Sideroxylon cartilagineum, Bursera arborea, Calophyllum brasiliense, Dendropanax arboreus, Ficus cotinifolia y Swietenia humilis en la capa intermedia, y Cordia alliodora, Croton pseudoniveus, Lonchocarpus lanceolatus, Trichilia trifolia y Caesalpinia eriostachys en la capa superior.

Amargoso Astronium graveolens. Autor y crédito: Mabelin – Naturalista.
Zapotillo Dendropanax arboreus. Autor y crédito: Alexis López Hernández – Naturalista.
Muletilla Croton pseudoniveus. Autor y crédito: marce – Naturalista.
Cardón Hecho Pachycereus pecten-aboriginum. Autor y crédito: Guillermo Joaquin Martinez Mendoza – Naturalista.

Los cactus columnares y arbóreos son comunes, incluyendo Opuntia excelsa y especies de Pachycereus, Stenocereus y Cephalocereus. Las enredaderas son comunes en el sotobosque y hay pocas epífitas. Bosques de palmas de Attalea guacuyule se encuentran a lo largo de la costa.

Amapola Bernoullia flammea. Autor y crédito: Rich Hoyer – Naturalista.
Amate Negro Ficus cotinifolia. Autor y crédito: Sue Carnahan – Naturalista.
Cabo de Hacha Lonchocarpus lanceolatus. Autor y crédito: Manuel Guillermo Millán Otero – Naturalista.
Pitayo Xoconostle Stenocereus stellatus. Autor y crédito: carmelo1986 – Naturalista.

Spanish Elm (Cordia alliodora), Croton pseudoniveus, Vara Blanca (Lonchocarpus lanceolatus), Trichilia trifolia, Casa Iguana (Caesalpinia eriostachys) forman la capa superior del bosque con árboles de veinte a treinta metros de altura para la altura del dosel superior. Las plantas herbáceas y las epífitas son escasas, excepto por algunas especies de Tillandsia. Sin embargo, hay cactus columnares y arbóreos abundantes, incluyendo Opuntia excelsa, Pachycereus esp., Stenocereus esp. y Cephalocereus esp.

Palo Mulato Bursera simaruba. Autor y crédito: sheyyyx – Naturalista.
Caoba del Pacífico Swietenia humilis. Autor y crédito: Eber Barraza – Naturalista.
Palo Fierro Trichilia trifolia. Autor y crédito: Neptalí Ramírez Marcial – Naturalista.
Tetecho de Flor Escamosa Cephalocereus nudus. Autor y crédito: Joey Santore – Naturalista.

También se encuentran en esta ecorregión bosques de palmas costeras de Cohune Palm (Orbignya guacuyule) cerca de la zona costera. Otros árboles presentes incluyen Cedro (Cedrela odorata), Bouteloua esp., Acacia (Acacia esp.), Tabebuia chrysantha, Lapacho rosado (Handroanthus impetiginosus).

Corozo Guacoyul Attalea guacuyule. Autor y crédito: BRROGUOS – Naturalista.
Cedro Cedrela odorata. Autor y crédito: Mariana Gudiño – Naturalista.
Araguaney Handroanthus chrysanthus. Autor y crédito: zahinglez – Naturalista.
Amapa Handroanthus impetiginosus. Autor y crédito: Serch – Naturalista.

Una considerable diversidad de plantas domina y caracteriza los bosques secos de Jalisco, incluyendo: Glassywood (Astronium graveolens), Amapola Blanca (Bernoullia flammea), Sideroxylon cartilagineum, Bursera arborea, West Indian Laurel (Calophyllum brasiliense), Angelica Tree (Dendropanax arboreus), Ficus lapathifolia y Mexican Mahogany (Swietenia humilis). Estos árboles forman una capa intermedia del bosque con árboles de quince a veinte metros de altura.

Amate de Hoja Ancha Ficus lapathifolia. Autor y crédito: Luis Humberto Vicente-Rivera – Naturalista.
Carretadera Vachellia hindsii. Autor y crédito: Carlos G Velazco-Macias – Naturalista.
Pitayo Marismeño Stenocereus standleyi. Autor y crédito: carmelo1986 – Naturalista.
Opuntia excelsa. Autor y crédito: nasua – Naturalista.

Los bosques están entre los más diversos de los Neotrópicos, con alrededor de 1200 especies de plantas, de las cuales el 16% son endémicas. Magnolia vallartensis es un árbol endémico en peligro crítico que habita en los bosques galería húmedos junto a arroyos alrededor de Puerto Vallarta.

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