Desierto Sonorense – II

Esta ecorregión de tremenda aridez y consecuentes rudas condiciones de vida se extiende desde los 25° y hasta los 35° N en áreas del sureste de California y del suroeste de Arizona para bajar hacia el sur en las regiones noroeste y centro-occidente del estado mexicano de Sonora, en donde 1/3 de su extensión territorial total está cubierta por la ecorregión (y de ahí que ésta lleve el mismo nombre del estado); también se extiende por una estrecha franja costera a lo largo del Golfo de California o Mar de Cortés en el noreste de Baja California, y que se delimita al oeste por las Sierras de Júarez y de San Pedro Mártir, al norte por el Delta del Río Colorado y que llega al sureste hasta las cercanías del Arroyo Arivaipa.

Saguaro gigante (Carnegia gigantea). Autor y crédito: lkalbach.
Gobernadora (Larrea tridentata). Autor y crédito: juanloredo – Naturalista.
Nopal del castor (Opuntia basilaris). Autor y crédito: efmer.
Hierba del burro (Ambrosia dumosa). Autor y crédito: mikejordan – Naturalista.
Choya güera (Cylindropuntia bigelovii). Autor y crédito: Robert Campion – Naturalista.
Flor de rocío (Encelia farinosa).

La ecorregión es un desierto cálido subtropical que comparte con el resto de las regiones áridas mexicanas (y del resto del Mundo) una baja densidad de vegetación así como una baja productividad o biomasa por hectárea, sobre la cual influyen factores como la elevada insolación anual, las escasas precipitaciones promedio por año, la uniformidad en la composición del suelo (mayoritariamente compuesto por calizas, yesos y sedimentos marinos que datan incluso desde la Era Primaria o Paleozoico) y la relativamente reducida acción del hombre en el entorno (al menos hasta finales del siglo XIX).

Amapa de Castilla (Parkinsonia microphylla). Autor y crédito: Chris Mallory.
Ambrosia deltoidea. Autor y crédito: Benjamin Wilder – Naturalista.
Nopal verdoso (Opuntia chlorotica). Autor y crédito: jtbouknight.
Frutilla (Lycium andersonii). Autor y crédito: Anneliese Wilson.
Ocotillo (Fouquieria splendens).
Raíz de popote (Baccharis thesioides). Autor y crédito: James Bailey.

La flora, como sucede con la mayoría de los desiertos Norteamericanos (salvo con lo que pasa en la Gran Cuenca y en la Altiplanicie de Colorado) deriva de elementos subtropicales y tropicales de la antigua flora termófila (amante del calor) del viejo súpercontinente de Laurasia que dividió al Mundo, junto con Gondwana, en dos grandes masas terrestres durante la llamada «Era de los Dinosaurios» (la Era Mesozoica, en sus periodos Jurásico y Cretácico, hace 150-70 millones de años), así como del influjo de flora Neotropical que entró por el Istmo de Panamá formado hace 2.5 millones de años. Pese a su imagen actual incólume, el desierto es geológicamente muy reciente, pues data de hace 8-9 mil años, ocupando lo que anteriormente fueron bosques y sabanas abiertas de encinos (Quercus) y enebros (Juniperus) que fueron desapareciendo conforme disminuían la frecuencia de las lluvias de la región, especialmente de las invernales.

Chaparro prieto (Vachellia constricta). Autor y crédito: Patricia Samperio.
Lycium fremontii. Autor y crédito: doubleaneura – Naturalista.
Nopal violáceo (Opuntia macrocentra).
Castela emoryi. Autor y crédito: Camden Bruner.
Cardenche (Cylindropuntia imbricata ssp. spinosior). Autor y crédito: Noah Frade.
Croton wigginsii.

Climatológicamente, la ecorregión destaca por sus elevadas temperaturas del estío (las más elevadas de Norteamérica, con hasta 50° C a la sombra), sus enormes fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche, y sus inviernos benignos, con escasas o nulas nevadas y temperaturas invernales mínimas bajas pero casi siempre por encima del punto de congelación del agua. Las precipitaciones son muy bajas a lo largo de la ecorregión, pero van desde menos de 90 mm anuales promedio hasta 100-300 mm anuales en la sección de las tierras altas de Arizona de la ecorregión. La aridez del Desierto se debe tanto al anticiclón de las latitudes subtropicales occidentales (23°-30°N) en donde está ubicado y cuya latitud es atravesada por vientos alisios secos como por la fría corriente del Océano Pacífico y del Golfo de California, que impide que el agua del mar se evapore y traiga humedad tierra adentro.

Mezquite (Prosopis juliflora). Autor y crédito: pjeganathan.
Encelia actoni.
Nopal de Chihuahua (Opuntia phaeacantha). Autor y crédito: Lauren Harter.
Eriogonum thurberi.
Choya de cadena (Cylindropuntia fulgida).
Verbena del desierto (Abronia villosa).

Las comunidades vegetales del Desierto Sonorense están divididas de acuerdo a 5 regiones que están dispuestas de acuerdo a la vegetación característica que priva en ellas (a diferencia de los que vimos con el Desierto Chihuahuense y otras zonas áridas mexicanas, que se definían de acuerdo a las características físicas de la vegetación dominante en matorral micrófilo de arbustos bajos, matorral rosetófilo de xerófitas con tallos suculentos como agaves, sotoles, guapillas y yucas; y matorral crasicaule, definido por la dominancia de cactáceas bajas con hojas en forma de espinas). Las regiones son: Valle del Bajo Río Colorado, Altiplano de Arizona, Costa Central del Golfo, Planicies de Sonora y Matorral Espinoso Sonorense de Piedemonte.

Palo blanco (Celtis reticulata). Autor y crédito: Alex Beirstow.
Flor de borrego (Eriogonum wrightii).
Nopal morado (Opuntia gosseliniana).
Algodoncillo del desierto (Asclepias erosa). Autor y crédito: Lonny Holmes.
Biznaga barril de Isla Tiburón (Ferocactus wislizeni). Autor y crédito: Oscar Johnson.
Astragalus crotalariae. Autor y crédito: Patricia Vasquez – Naturalista.

Altiplano de Arizona

Se ubica hacia el oriente del Valle del Bajo Río Colorado, en la porción noreste del Desierto, fundamentalmente en Arizona aunque también ocupa en el estado de Sonora alrededor de 1.6 millones de hectáreas entre Sonoyta y Magdalena, siendo la región más elevada del Desierto Sonorense (entre 150-950 m. de altitud). Las precipitaciones van de los 75 a los 300 mm promedio anuales, mientras que las temperaturas congelantes son comunes en invierno. Las corrientes de agua drenan hacia el río Gila del lado estadounidense y hacia el Golfo de California del lado mexicano.

Palo verde (Parkinsonia florida). Autor y crédito: CK Kelly.
Lepidium fremontii.
Nopal cuijo (Opuntia engelmannii).
Coreopsis californica.
Choya plateada (Cylindropuntia echinocarpa).
Jacinto del desierto (Dichelostemma capitatum).

La vegetación dominante corresponde a un matorral crasicaule en donde destacan los arbustos bajos, las plantas leguminosas (de la familia del frijol) y las suculentas (plantas que almacenan grandes cantidades de agua en sus tallos y hojas) localizadas en las montañas y colinas sobre pendientes rocosas, estando la región flanqueada por una serie de montañas disjuntas que se alzan sobre el desierto, por lo que sustentan tipos de vegetación menos áridos. Debido a sus suelos más fértiles y condiciones de clima y humedad más mésicas, alberga las formaciones xerófitas más diversas y mejores en términos de estatura de los ejemplares y de densidad de especies.

Choya (Cylindropuntia versicolor).
Canutillo (Ephedra aspera). Autor y crédito: Vladimir Epiktetov.
Echinocereus nicholii.
Amapola del Mojave (Eschscholzia glyptosperma).
Alicoche de Nuevo México (Echinocereus fendleri). Autor y crédito: Patrick Alexander.
Eulobus californicus.

Las principales especies vegetales en esta comunidad en las pendientes superiores son el saguaro gigante (Carnegia gigantea) , que puede alcanzar hasta 10 m. de alto y cuyas flores, frutos y tallo proporcionan alimento y refugio para una gran cantidad de aves, insectos y mamíferos al formar extensos «bosques» áridos en la región. Otras especies vegetales son la amapa de Castilla (Parkinsonia microphylla), el ocotillo (Fouquieria splendens), la flor de rocío (Encelia farinosa), el chaparro prieto (Vachellia constricta), la biznaga barril de Isla Tiburón (Ferocactus wislizeni), la choya güera (Cylindropuntia bigelovii), el cardenche (C. imbricata), la choya (C. fulgida), el nopal del castor (Opuntia basilaris), nopal verdoso (O. chlorotica), nopal morado (O. gosseliniana), nopal violáceo (O. macrocentra).

Tasajillo (Cylindropuntia leptocaulis). Autor y crédito: Michael Price.
Cola de zorra (Ephedra trifurca). Autor y crédito: vincze.
Alicoche fresa (Echinocereus engelmannii).
Eschscholzia parishii.
Alicoche copa de vino (Echinocereus triglochidiatus). Autor y crédito: Joe Zarki – Naturalista.
Leptosiphon aureus.

En elevaciones bajas las especies dominantes (que se agregan a las anteriormente descritas pendiente arriba y en las elevaciones mayores) son la gobernadora (Larrea tridentata), la hierba del burro (Ambrosia dumosa), Ambrosia deltoidea, el mezquite (Prosopis juliflora), el nopal cuijo (Opuntia engelmannii), el nopal de Chihuahua (O. phaeacantha), Echinocereus nicholii, el alicoche fresa (Echinocereus engelmannii), la biznaga tonel amacollada (Echinocactus polycephalus), el alicoche copa de vino (Echinocereus triglochidiatus), la choya plateada (Cylindropuntia echinocarpa), la choya (Cylindropuntia versicolor), Cylindropuntia wolfii, así como los arbustos: Frutilla (Lycium andersonii), Lycium fremontii, raíz de popote (Baccharis thesioides), Castela emoryi, Croton wigginsii, Encelia actoni, canutillo (Ephedra aspera), cola de zorra (Ephedra trifurca), Eriogonum thurberi, flor de borrego (Eriogonum wrightii), Lepidium fremontii, Franseria chenopodofolia y Euphorbia eriantha. El palo verde (Parkinsonia florida) y el palo blanco (Celtis reticulata) son árboles comunes a lo largo de corrientes temporales a lo largo de la región.

Jojoba (Simmondsia chinensis). Autor y crédito: Cristian A. D. Meling L. – Naturalista.
Eschscholzia minutiflora.
Euphorbia eriantha.
Lupinus concinnus.
Leucophyllum langmaniae.
Gutierrezia microcephala. Autor y crédito: velodrome – Naturalista.
Lupinus excubitus. Autor y crédito: Carlos Gonzalez – Naturalista.

Sorprendentemente, existe una enorme riqueza de herbáceas, muchas de ellas efímeras estacionales que sólo florecen por un breve periodo (desde sólo una semana hasta únicamente un par de horas), incluyendo a algunas especies que pueden permanecer en estado de dormancia durante años dentro de su semilla o bien conservando sus raíces hasta que llegan precipitaciones lo suficientemente altas como para hacerlas florecer, dándose en este caso el hermosísimo fenómeno del «desierto florido». De hecho, el Desierto Sonorense tiene la mayor diversidad de flora de cualquier desierto en el Mundo. Algunas de estas son la verbena del desierto (Abronia villosa), algodoncillo del desierto (Asclepias erosa), Astragalus crotalariae, Coreopsis californica, jacinto del desierto (Dichelostemma capitatum), amapola del Mojave (Eschscholzia glyptosperma), E. parishii, E. minutiflora, Eulobus californicus, Leptosiphon aureus, Leucophyllum langmaniae, Lupinus concinnus, L. arizonicus, L. sparsiflorus, L. excubitus, Gutierrezia microcephala, Mentzelia involucrata, M. tricuspis, Mimulus bigelovii, Melampodium leucanthum y lengua de gallo (Mirabilis laevis).

Melampodium leucanthum. Autor y crédito: Dustin Chavez Davis.
Mentzelia involucrata.
Lupinus arizonicus.
Mentzelia tricuspis.
Mimulus bigelovii.
Lupinus sparsiflorus.
Lengua de gallo (Mirabilis laevis).

Este tema continuará próximamente en el artículo «Desierto Sonorense – III». No olviden darnos «Like» y suscribirse al blog.

Referencias:

  • «Sonoran Desert». Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Sonoran_Desert
  • McGinnies, William G. «An Overview of the Sonoran Desert». An Essay Developed from a Paper given at the opening session of the Second Annual Conference of the Consortium of Arid Lands Institutions (CALI) February 4, 1976, in Tucson, Arizona. https://web.archive.org/web/20030121161839/http://alic.arid.arizona.edu/sonoran/documents/mcginnies/McGinnies_overview.html
  • Rzedowsky, Jerzy. «La Vegetación de México». Capítulo 15: Matorral Xerófilo. México, 1978. pp. 255-256 y 259-262.
  • Morzaria-Luna, Hem Nalini y Barocio-León, Sergio A. «8. – Vegetación Terrestre».
  • Molina Freaner, Francisco E. y Van Devender, Thomas R. «Diversidad Biológica de Sonora». Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Comisión Nacional para la Biodiversidad (CONABIO). México, 2010.
  • González-Abraham, Charlotte E., Garcillán E. Pedro, Ezcurra, Exequiel, y el Grupo de Trabajo de Ecorregiones. «Ecorregiones de la Península de Baja California: Una Síntesis».
  • «Sonoran Desert» Worl Wildlife Fund (WWF). https://www.worldwildlife.org/ecoregions/na1310

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